Exhibición de Irina Lungu en «I Puritani» de la Ópera de Oviedo

Irina Lungu en «I Puritani» Por Alejandro G. Villalibre

La Ópera de Oviedo avanza en su temporada con el estreno de su segundo título, I Puritani en la producción de Emilio Sagi presentada en el Teatro Real, con dirección musical de Iván López-Reynoso y un reparto de gran calidad vocal encabezado por Irina Lungu, John Osborn, Luca Tittoto y Dalibor Jenis.

La Ópera de Oviedo ofrece el marco ideal para la exhibición de Irina Lungu en "I Puritani"
La Ópera de Oviedo crea el marco ideal para la exhibición de Irina Lungu en «I Puritani».  Foto: Iván Martínez

La quintaesencia del belcantismo requiere no pocos elementos para llegar a buen puerto, siempre con la voz como elemento estrella, algo que se consiguió en estos Puritani ovetenses. En primer lugar, una puesta en escena que contextualice, acompañe y no distraiga, algo que Sagi consigue con una producción que retoma muchas de sus marcas de estilo habituales en cuanto a iluminación y escenografía, pero que, precisamente por lo abstracto de su propuesta, se revela como perfectamente válida para su cometido. El vestuario de la recientemente fallecida Pepa Ojanguren (a la que se le dedicó la función), el diseño de Daniel Bianco, la iluminación de Eduardo Bravo… constituyen un equipo que garantiza calidad y respeto por la partitura.

En segundo lugar, se necesitan voces a la altura de las exigencias impuestas por Bellini, y aquí de nuevo constatamos otro acierto. Oviedo vivió una auténtica exhibición vocal de Irina Lungu, quien, además de la consabida calidad vocal y la facilidad para la coloratura, construyó una Elvira con matices dramáticos, lo que enriqueció sobremanera a un personaje al que el libreto lo presenta de manera plana y pasiva. Todo redondeó una noche de éxito para la soprano, que hacía su debut en el Campoamor, recibiendo grandes ovaciones en todas sus intervenciones. A su lado sorprendió el timbre del tenor John Osborn, que no alcanza la contundencia de algunas versiones de referencia del personaje de Arturo, sobre todo en los agudos, donde queda algo atiplado, y sin embargo es justo alabar su desempeño vocal en un papel muy comprometido. Destacable también el Giorgio de Luca Tittoto, de gran presencia escénica y rotundidad vocal, y el Riccardo de Dalibor Jenis, toda una garantía en un papel que exige unas agilidades especialmente comprometidas. En papeles menores, Laura Vila (Enrichetta) Luis López (Gualteio Valton) y Facundo Muñoz (Bruno Robertson) contribuyeron a presentar un reparto de muchos quilates.

Escena de "I Puritani" en la Ópera de Oviedo.  Foto: Iván Martínez
John Osborn e Irina Lungu en «I Puritani» en la Ópera de Oviedo. Foto: Iván Martínez

Iván López-Reynoso, principal director invitado de la Oviedo Filarmonía debutó en la Ópera de Oviedo en unas condiciones nada favorables, con la orquesta reducida y diseminada entre foso y proscenio, y se notó el empeño por conseguir extraer hasta la última gota de la musicalidad de Bellini dentro de las circunstancias. Y aquí es donde se hace necesario reivindicar el papel del coro, dirigido por Esteban Urzelai, que desarrolló toda su actuación con mascarilla en una situación para nada propicia. Enorme, gigantesco, el mérito de sus integrantes al cantar (y muy bien) con un elemento que impide la proyección y la correcta emisión, que vela los agudos y distorsiona la pronunciación, y ante todo impide una correcta respiración, lo que convierte a los ataques en imprecisos, sobre todo en los pasajes más rápidos. Son los tiempos que corren, ya se sabe: adaptarse o desaparecer.