Crítica: «Orfeo ed Euridice» de Gluck en el Teatro Real

Crítica: «Orfeo Euridice» Teatro Real Por María Pardo

Orfeo ed Euridice en forma pero sin drama

Para quien guste de la figura de Orfeo, esta temporada el Teatro Real se ha prodigado ofreciendo tres títulos en torno a este personaje: Orphée de Philip Glass en los Teatros del Canal en septiembre, L’Orfeo de Monteverdi en noviembre en el Teatro Real y, en este mes de junio, el mítico Orfeo ed Euridice de C.W. Gluck, (versión de Viena de 1762) de la mano del también mítico René Jacobs. Crítica: «Orfeo Euridice» Teatro Real

René Jacobs y algunos miembros de la orquesta al final de la representación / Foto: Javier del Real
René Jacobs y algunos miembros de la orquesta al final de la representación

Se ha representado en una versión semiescenificada en la que las cantantes aparecían entre los miembros de la orquesta, que bien pudieran ser representaciones sonoras de los espacios oscuros del tormento orféico, y que, por momentos, interactuaban con ellos. Dentro de una dramatización discreta, la iluminación, que no es mencionado a cargo de quién corría en el programa, también tuvo momentos de acierto para llevarnos por su odisea como el cambio de iluminación, a color rojo, cuando Orfeo llega al inframundo. Se agradeció que las secuencias de luces fueran apropiadas y consecuentes con el desarrollo de la trama. Crítica: «Orfeo Euridice» Teatro Real 

La contralto holandesa Helena Rasker como Orfeo entró en su papel desde el principio, vestida con un traje de chaqueta blanco y con cierto porte masculino, se mantuvo constante a lo largo de toda la tarde. Quizás la voz pecara de cierto exceso de vibrato, pero siempre con calma y claridad en todas las fermatas. Mostró un fraseo bello y consecuente con el contenido dramatúrgico de sus arias y recitados. La soprano húngara Polina Pastirchak, como Euridice, fue técnica y musicalmente correcta, pero huera de matices en sus emociones. Se mostró siempre en la misma actitud e incluso en su aria “Che fiero momento”, que cantó sentada. Quedó lejos de ser el reproche que provocara más tarde en Orfeo el irrefrenable deseo de mirarla. Tampoco le ayudó que, en la parte de la reposición del aria, René Jacobs tardara en retomar el tempo primo tras el andante, quedando un aire particularmente mórbido en su reproche al semidios. Personaje de Amor, llevado a cabo por la italiana Giulia Semenzato, fue mucho más vivaz y fluida que sus compañeras de reparto. Además Jacobs tuvo a bien incluir en su aria “Gli sguardi trattieni” una pandereta tocada por ella misma y un sonido de castañuelas en la percusión en los tres momentos del andante, dándole un aire más ágil y ligero. 

La dirección de René Jacobs fue delicada y atenta, tanto que los matices y acentos de la partitura no pasaban desapercibidos. La dirección que llevó a cabo del coro tuvo como resultado momentos de extrema delicadeza. El RIAS Kammerchor Berlin resultó un coro de voces muy bien empastadas y que respondieron con precisión a la batuta de su director. Las voces de las sopranos, que sonaron limpias y en estilo, volaban etéreas por la sala a lomos del sonido del resto de las cuerdas que le aportaban un cuerpo celestial al conjunto. El coro, que participaba de forma simpática según el momento, dando la espalda, sentándose o levantándose según lo requiriera el momento, produjo pianos vivos o sonidos algo más grotescos aportando, como un personaje en sí, la réplica a Orfeo. La orquesta también se divirtió y surgió como una entidad más entre las cuitas de Orfeo. Acertadamente, René Jacobs apostó por sonidos onomatopéyicos en algunos momentos y supo sacar partido a la partitura aportando su propio concepto escenográfico a través del sonido mismo. Destacable las intervenciones de la flauta, el oboe y el arpa.

En resumidas cuentas, una buena excusa para disfrutar de una velada en las que absolutamente todos: coro, orquesta, director y solistas, han conformado una parte activa de la historia que, en esta versión, acaba felizmente con la unión en vida de los dos protagonistas. Crítica: «Orfeo Euridice» Teatro Real


13 de junio de 2023, Madrid (Teatro Real) Orfeo ed Euridice

Música: Christoph Willibald Gluck (1714-1787)         Libreto: Ranieri di Calzabigi.    Versión de Viena de 1762

Director musical René Jacobs                                                                                Solistas: Helena Rasker, Polina Pastirchak, Giulia Semenzato.                                                    RIAS Kammerchor Berlin      Freiburger Barockorchester

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